lunes, 6 de agosto de 2007

¡No sé!




No sé, se supone que no es muy bueno el empezar un escrito con la frase "no sé". Pero, creo que no hay mejores palabras que éstas para describir mi mundo, mis sentimientos; para describirme a mí.

Y sigo perdido, creo que nací bajo un camino torcido, que mi alma se forjó a base de una confusión y a en pos de un preludio sin forma. Sigo pensando en la grandeza de mi talento y en la repugnancia de mi persona. Afrontémoslo, le estoy tirando a ser una mala persona: inconsciente, incoherente, por momentos maquiavélico, astuto (en el mal sentido de la palabra). En fin, todo una fichita.

Y en defensa mía, no es toda mi culpa, veamos: Soy analítico, a veces ingenuo,(¿?), pero me gusta pensar mucho...introspectivo dirían algunos. La vida es una telaraña de mentiras, ¿quién demonios ha sido capaz de quitarse la máscara?, esa máscara que está designada desde el mismo día en que nacimos. Y todos mantenemos la careta, por momentos se resquebraja, pero tiene la cualidad de la auto regeneración.

Siguiendo con esto, me entra a la cabeza la idea de que los sentimientos se quedan en esa contención que ha puesto la máscara. No son reales pues, o son meras ilusiones. A la mejor me he entregado al temible vicio del mundo onírico, pero ¿qué va?, es mil veces mejor ser parte de una trama surrealista y edificadora, a participar en la trama de una visión magra; donde por cierto, el control no lo tenemos.

Si, este escrito lo he redactado, más que nada, porque soy prisionero de un sentimiento:¡infame, traidor y descarado!. Es el tirano de la historia. Lo peor del caso es que me dejé envolver en su demagogia, me entretuvo con sus delicias carnales, me envelezó con su eterna pasión. Me sedujo con su aspecto perfecto y me prometió el paraíso idílico.

En fin, ahora el tiempo esta haciendo su trabajo: castigarme. Estoy triste, tal vez no lo necesario, pero encuentro repudio en la silueta que me enamoró, encuentro un distanciamiento absurdo y excusas inertes. Quisiera saber la verdad y dejarme de vueltas y ocios, dejarme de tentativas y sugerencias. Pero no, es la condena que ha dictado el tiempo. Vaya paradoja.

No sé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ecos del olvido...................pues apenitas le atinaste!!!!!!!!!!!!! ya se me olvidò las pendejadas que escribes.....................escribes?????????????????????
y luego van a saltar los mediocres que no saben nada de poesía a defender al bomboncito para que no se queme!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!