miércoles, 14 de noviembre de 2007

¡Hasta Luego!

Un deseo inerte, tonto, inocente
jamás será, nunca te lo concederá
fue tanto, mas que una mirada
mas que una vida, perpetua queda.
Dormida se despidió, ¡concienzuda muerte!
eterna despedida, todavía se recuerda
imagén anacrónica, tozuda mujer.
Entre lágrimas, mi alma se sonroja
busco cobrar la herencia que dejaste
enseñar tu legado y romper tu encorvado.
Dolor punza en nuestros corazones, vacío de la soledad
a veces piesno que es una negra ilusión
una tortura de mis más lúgubres sueños
una mentira sosa en la dulce verdad.
Tan sólo pienso...

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