martes, 13 de noviembre de 2007

¿Qué eres? ¿qué no eres?




Hay algunos que dicen que no soy nada, no importa, no importan y no importo. Algunos piensan mas no dicen que creen pensar, y no pasa algo. El sónido del adios se hace presente.

Algunos me han dicho que mi cuerpo es polvo y que mi alma es simple aire. ¿Saben algo?, hay ciertos momentos en mi debilidad emocional que quisiera creerles, saber que no tengo peso en este mundo, que soy algo tan liviano que apenas tiene fuerza como para ser recordado...o no serlo.

No lo entiendo, la complicidad de los mismos eventos fortuitos y por simple azar, a veces y tan solo a veces parecen estar estructurados de una forma tan malévola que se puede interpretar como intenciones predestinadas, como hilos en un títere.

Debo admitirlo, estoy medicado (usen su imaginación...¡carajo!) y entre pausas, deliro. Vaya forma de escribir- dirán algunos- pero qué se puede hacer, es mi condena, mi pecado y mi cárcel. Escribir...

Tan solo analicen, vivir de la forma más simple, más ligera...¡delicioso!, amar sin ser amarrado, besar sin ser apuntado, odiar sin ser maldito...sólo piénsenlo. Una vez más, hago un ejercicio por contenerme, no hay respuesta. Así que sigo.

Polvo eres y polvo te convertirás, triste enunciado...pero dictado desde una posición anacrónica. A eso es a lo que me aferro día tras día para decir que soy más que polvo y cenizas, para decir que soy algo más que simple aire.

Para decir que soy yo, que eres tú y que juntos vemos a la lista de los mundos.

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