viernes, 29 de agosto de 2008
Noches de verano...
Recorre por mi cuerpo una extraña corriente de tristeza tan pura que es imposible resistirme a ella, así que cedo y caigo en una desesperación tan pasiva que me es difícil pensar con claridad. A diferencia de otras ocasiones, donde este sentimiento llega a mí sin avisos y sin motivos aparentes mas que mostrarme el absurdo de este mundo, hoy sí sé cuál es la razón de esta -fascinante- depresión: una mujer. Sí, volví a caer en ese antiguo vicio de idealizar todo lo que parezca humildad, belleza y espontaniedad, todo lo que logra inspirarme a escribir. ¡Lo admito! soy débil ante aquellos ojos que se muestran expresivos y que reflejan la simpleza de su alma, a áquel viejo retrato de una sonrisa que creía perdida, al semblante que sólo expresa inocencia e ingenuidad.
Que la haya conocido una noche poca importancia puede tener, en realidad, es un hecho tan ridículo como el decir que no soy feliz. Ver las expresiones que iluminaban el oscuro de mis ojos, escuchar la voz que acallaba los sonidos asqueantes que inundaban mis oídos, sentir su esbelta figura con mi imaginación, probar sus labios en mi sueños y fantasear con abrazarla tan sólo para protegerla. Puedo utilizar fantasmas de palabras para no caer en la banalidad de esta vida tan mundana y hablarte a través de lo incipiente de nuestro acercamiento pero de lo sustancial de él. Contarte cada uno de mis secretos, por más grotescos que sean, numerar los kilómetros que nos separan en verdad pero todo ello tratando de conseguir que me des una ínfima sonrisa.
Pero todo es en vano, lo sé desde que decidí que fueras mi nueva musa. A la que me entregue cada noche en sensaciones engañosas pero que llenaran mi corazón de la dicha más grande. Preferiré vivir en un engaño, que mi mente sea un mundo y un universo alternos donde cada que crucemos mirada también crucemos y fusionemos el alma. Eso es lo que pretendo al escribir estas líneas, que me perdones mi falta de valentía y mis más profundos miedos, que no me dejes hablar si alguna vez tengo el coraje de ir con la verdad entre las manos pues sólo laceraría a la magia de mi mundo y de paso a la magia tan tuya, que esa sí es material.
Te despido de mí, de mi presente, no te extrañaré pues el Sol ha decaído como siempre lo hace, pero mi recuerdo siempre lo conquista, aún en las penumbras menos lúcidas. Es un loco mundo, sí, pero aún existe esa llama...
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1 comentario:
Las grandes entradas son producto de grandes inspiraciones, y ella lo es ;-)
Excelente Soundtrack y esas noches siempre son las mas profundas pero sobre todo, las mas hermosas, donde esas sensaciones sencillamente nos invaden y hacen que nos quedemos maravillados ante semejante sentimiento :-)
Saludos :B
PD. eggs 8)
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